jueves, 21 de julio de 2011

Consumieron 'Revolución'*

Es obligatorio ser muy conscientes del sistema en el que hemos crecido, en los valores que se nos han inculcado y en la forma en la que la sociedad nos ha enseñado a cubrir necesidades.

Han transcurrido dos meses desde el 15M, con una cita importante el 19 J pasado y un evento emocionante el sábado 23 de este mes (las marchas indignadas llegan a Madrid en el segundo acto de convocatoria tras la disolución de la acampada) y el sentir de la opinión pública y de la gente que participó en las primeras semanas ha dio cambiando de temperatura.

¿Qué se escapa ahora de la cultura del consumo? Que no nos extrañe que muchos de quienes los primeros días acudían eufóricos a las concentraciones de Sol, comentaban en sus twitters o blogs cosas relacionadas con las acciones que se emprendía o participaban de forma activa en las primeras comisiones que se creaban, ahora mismo se hayan distanciado del 15M o, peor aún, lo contemplen con un cinismo propio de quien realmente no se da cuenta de lo fagocitado que está por el sistema: 'cuando se haga algo ya participaré'.

La sociedad consumió revolución. Y tras el pico de actividad (loable, un wake up como no se había visto nunca) quedan quienes entienden que un trabajo de estas características pide tiempo, dedicación, reflexión, inteligencia y demás adjetivos tan poco dados a dejarse ver en los tiempos que corren.

Es tranquilizador saber que quien estuvo en un primer momento es recuperable en el futuro (solo hay que ver las cifras de la manifestación del 19J) porque el escenario que se dibuja en el horizonte es terrorífico. Para todos.

*Coincido con muchos en que para llamar revolución a un suceso, algo debe de haberse cambiado. Por ahora podemos considerarlo un notable intento de hacer algo diferente.

3 comentarios:

Lepetomane! dijo...

Te diré que esto no es nada nuevo. Acuérdate de cuando debatíamos sobre la dirección que tomaba el movimiento, te mencionaba un libro que describía de forma precisa lo que estábamos viviendo "Movimientos Contraculturales" de un italiano de cuyo nombre no puedo acordarme. Ahí venía a decir (en la primera página) que la adhesión masiva del principio, ocasionada por cuestiones de tendencia, de necesidad de pertenencia o de sentirse vivo al ser parte de algo, lleva al terminar, a un proceso tedioso de autodefinición y autocrítica. Esto ha pasado antes, antes incluso de la sociedad de consumo.
La adhesión masiva del principio es lógica desde la indefinición del movimiento. Después, la propia presencia de los elementos habituales en la contracultura ( perroflautas, feministas, punkis, extrema izquierda ), expulsa a la mayoría, llamémosla claramente, burguesa.

Samu dijo...

Estoy buscando el libro para dejarlo por aquí. ;)

Samu dijo...

Yo no arremetería con la gente que no participa como 'burguesa'.

hay términos actuales que definen mejor esta situación.

Trabajadores desclasados, por ejemplo, es un término que me encanta.

Más que nada porque... ¿qué salarios brutos anuales tiene la mayoría de la sociedad española? ¿pueden compararse esos brutos anuales con los de una clase media de un país rico de hace unas décadas.

pues eso.

;)

Por otro lado, veo que la mayoría tiene la sensación de que esto es como un mal sueño, no? como ya pasará el rato desagradable, cuando todo indica que va a peor, peor y peor.